«Si necesitas una mano la encontrarás al final de tu brazo».
La expresión «pedir una mano» la utilizamos cotidianamente para expresar que necesitamos ayuda con algo. No es raro escuchar decir «nesecito una mano con esto» o en forma de consulta: «¿Me das una mano?».
Pues bien, teniendo esto en cuenta, que esa «mano» se convierta en sinónimo de ayuda nos viene a aclarar prácticamente todo el significado de la frase que estamos tratando ahora: «Si necesitas una mano la encontrarás al final de tu brazo».
Quiere decir que si necesitamos ayuda con algo especifico nos vamos a tener que valer por nosotros mismos, no vamos a encontrar ayuda, no vamos a encontrar «otra mano» que venga a nuestro auxilio, más que aquella mano nuestra.
En épocas difíciles o cuando más lo necesitemos, esta frase ironica y algo ácida, si quieren verlo así, nos encontramos con que la ayuda del otro no siempre estará disponible o en este caso un tanto más severo, nunca. De ahí que podamos considerarla irónica y pesimista. A fin de cuentas siempre encontraremos alguien capaz y gustoso de auxiliarnos si lo solicitamos adecuadamente.
Caso muy distinto sería para responderle a alguien que no merece nuestra ayuda, diciéndole «Si necesitas una mano la encontrarás al final de tu brazo» seguramente no volveremos a escuchar a esa persona pedirnos otro favor. Aun así resulta un tanto severo sentenciar de tal manera el pedido de un favor, por más que dicha persona se merezca tal trato.
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